Aquí los dejo con una buena nota de Rojas a propósito de ciertas confusiones. Sin embargo, ese esteticismo del que habla Rojas, ¿no es también (tan bien) un valor de la crítica? ¿No debería, en todo caso, más que recriminarse, multiplicarse, complejizarse? «Nada más ideológico que postular una literatura regida, exclusivamente, por las normas del “buen gusto”. Cuando no es esteticista, cierta crítica literaria del exilio es ideologicista. O considera que no hay escritor cubano que valga la pena, dentro o fuera de la isla, porque ninguno escribe como Nabokov o Sebald. O piensa como buena literatura únicamente aquella que trasmite mensajes políticos de oposición al gobierno cubano. Con frecuencia, ambas perspectivas, a pesar de ser conceptualmente antagónicas, se empalman en la mente del crítico».
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