«Hace casi treinta años, existieron en La Habana artistas que no se dejaban manipular por el gobierno, ni escondían la cabeza en la tierra, como ahora. El fenómeno artístico más importante del arte cubano, ocurrido en la segunda mitad de los años ochenta del siglo XX, fue un arte revolucionario, pero no fue un arma de la revolución. Podría haberlo sido si la revolución hubiera sido cierta, pero no lo era. Y ése fue uno de sus grandes aportes a la cultura cubana: demostrar, con la deserción de casi una generación completa de creadores, la inexistencia de la revolución cubana, salvo en la propaganda y en la imaginación de sus creyentes». Disfruten 😉
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