Joaquín González podría ser una suerte de pez piloto del maestro José Bedia, y no solo por servirle de escudero en sus expediciones amazónicas, sino también por compartir algunas de sus preocupaciones místico-antropológicas. Pero habría que aclarar que, pese a su humildad y su caos creativo, no es segundo de nadie, ni siquiera del gran Antoni Tàpies, cuya retrospectiva Tàpies: From Within se exhibe por estos días en el PAMM, y a quien lo unen la misma inquietud estética, una potente energía informal y la fascinación por el objet trouvé y los materiales crudos. Para seguir leyendo…
Responder