La espera terminó. Mañana 31 de marzo vuelo a La Habana y que salga el sol por donde salga. No tengo influencias en Cuba ni permiso de entrada, pero tengo un par de buenas razones para intentarlo. Soy cubano y artista, no un criminal o un terrorista y tengo todo el derecho del mundo a entrar a mi país y pisar las calles nuevamente, abrazar a mi familia y seres queridos y participar en el festival de videoarte de Camaguey al que estoy invitado. Para seguir leyendo…
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