Pese a la retórica de intransigencia dentro de la isla, el gobierno cubano envió, al mismo tiempo, mensajes privados sobre su interés en participar en una posible “solución pacífica” del conflicto y aseguró que había suspendido el suministro de armas a las guerrillas en el Salvador y los sandinistas en Nicaragua, pero una serie de diálogos diplomáticos secretos tampoco dieron resultado. Para seguir leyendo…
Responder