“Ninguno sirvió para nada, excepto uno de ellos, en La Víbora, que se usa como discoteca, lo llaman El Túnel, y otro en El Vedado, dedicado al cultivo de champiñones con la esperanza de venderlos al turismo. Casi todos los demás están sellados”. Glup. ¿Champiñones para el turismo? jijiji…Las locuras de los Castros siempre terminan en lo mismo: en asco.
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