Aquí los dejo con este relato, este recuerdo, esta memorabilia de Ahmel Echevarría a propósito de la cotidianidad (y su destrucción) de ciertos objetos en Cuba: «Ante mí el Órbita 5. Pequeño ventilador, de plástico, ruso (soviético debería decir), irrompible. Llegaron a Cuba, dicen, con un lote de refrigeradores. Si la información es cierta, fueron diseñados y construidos para descongelar, porque hubo un tiempo en que los refrigeradores creaban un gruesa capa de hielo; una buena cantidad de tiempo se debía invertir para limpiarlos casi siempre los domingos. ¿Se construyeron sólo para eso? » Glup 😉
1 comentario
dovalpage | 02/06/2015 - 05:06:21
¡Sí, en mi casa siempre teniamos brete por ver a quién le tocaba limpiar el refrigerador, que era un Frigidaire del año del ruido!!
¡Sí, en mi casa siempre teniamos brete por ver a quién le tocaba limpiar el refrigerador, que era un Frigidaire del año del ruido!!