En esta oportunidad han sido convidados tres artistas, originarios de tres países que ostentan un pasado tan desafortunado como simétrico: la experiencia socialista. Principal razón de una estampida que los ha llevado a vivir lejos, en otras ciudades, coincidiendo ahora, temporalmente, en Miami. De ahí, que la muestra discurse sobre la defunción de las utopías, el calor del uniforme y la suspensión de la vida bajo los caprichos del mandato. En resumen, una lista de traumas generados por el color vivo de la euforia y la mueca de gritar a coro, incluso en los sueños, palabras tan exóticas como proletariado, camarada, unanimidad, venceremos. Para seguir leyendo…
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