Memoria: Las casas del oro y la plata en Cuba

DD.HH. | Memoria | 25 de septiembre de 2015

Los interesados estaban obligados a hacer largas colas durante más de una semana, tenían que ratificar el turno varias veces en el día y la noche para tener derecho a que les tasaran sus joyas. Nunca se dio información del precio a que se valoraban los objetos. Se tasaban por su peso, sin tener en cuenta su valor como reliquia, ni las incrustaciones de piedras preciosas. Al final se les daba un documento donde se hacía constar el valor de las mercancías entregadas, y que significaba el derecho a comprar en una tienda tapiada, donde las personas se enteraban de las ofertas solo al entrar y allí tenían que gastarlo todo. Los efectos electrodomésticos solo tenían 72 horas de garantía. Para seguir leyendo…