¿Fue Lezama candidato al Nobel en 1973 o fue una de esas exageraciones coloquiales de Zambrano, para ilustrar el drama de la soledad, el «estado de silencio», del escritor habanero en sus últimos años? En todo caso, bastaría para deshacer cualquier fantasía recordar que en aquellos mismos años, el escritor sueco y miembro de la Academia, Artur Lundkvist, hacía lo imposible por evitar que Jorge Luis Borges recibiera, finalmente, el Premio Nobel. Además de a Lundkvist, Lezama habría tenido en su contra al Estado cubano con todas sus conexiones ideológicas en el campo socialista y en la propia izquierda occidental. Para seguir leyendo…
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