Millones de cubanos viven en casas declaradas inhabitables, albergues, bohíos con piso de tierra, viviendas de mala estructura incapaces de resistir el paso de huracanes, sin la posibilidad de ampliarlas o repararlas. En plena ruina del país, el Gobierno gastó cientos de millones de pesos en túneles. Esas construcciones, ¿fueron necesidad, capricho presidencial o estrategia política? ¡Jamás un cubano ha tenido que penetrar en un refugio o túnel para protegerse de un ataque enemigo! Para seguir leyendo…
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