Office Depot se involucró en el asunto cuando en 2013 compró una empresa competidora, Office Max, que a su vez había heredado de su antigua propietaria, la firma maderera Boise Cascade, intereses en la Cuban Electric Co., una empresa de energía expropiada por la revolución. Según una certificación del gobierno estadounidense, los activos que perdió la Cuban Electric en la isla llegan a US$267 millones. Para seguir leyendo…
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