A pesar de prohibiciones legales en la Isla y de las recientes declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el carácter cancerígeno de la carne roja y procesada, los cubanos no parecen dispuestos a renunciar a su sueño de un bistec, una hamburguesa o un buen picadillo sobre el plato. Para seguir leyendo…
Responder