La ciudad de Santiago de Cuba vive por estos días una pesadilla epidemiológica al extenderse por el territorio el dengue y el cólera. El problema se ha agudizado por las deficiencias en el suministro de agua a raíz de la intensa sequía que afecta al país. La aplicación de cloro a la entrada de locales y de cal en el exterior de centros gastronómicos ha cambiado la faz de la urbe oriental. Para seguir leyendo…
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