Después de ver este documental uno podría decir que se ha borrado la historia de Cuba de un solo planazo. El nivel de desinformación es tan grande, que convierte a la isla en un lugar idóneo para vivir. Casi seguro que los realizadores se hospedaron en algún hotel 5 estrellas y tuvieron todo el tiempo un gentil asesoramiento oficial. Para seguir leyendo…
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