Hay mucho de narrativa y anécdota, incluso en su obra posada, donde se especula sobre un estado de ánimo que el observador está llamado a descifrar; ya sea el desplante del famoso, consciente de su élan, o la riqueza expresiva y hasta ingenua del espontáneo que Pedro capta y eterniza en su desenfado. En buena medida, estos iconos son exploraciones de un universo que sólo existe en sus propios confines. Para seguir leyendo aquí, para las imágenes, aquí también 😉
Responder