A esta breve y blanca mujer no le es ajena la trivialidad, le interesa y de qué manera, incluso en más de una ocasión sus poemas han sido tildados de vulgares. ¿Pero qué le es ajeno a la literatura? El hilillo de carne en los dientes y la traición, el excremento y las dictaduras, el sudor y el pus, la saliva y los crímenes de lesa humanidad por ejemplo, le interesan a la literatura tanto como el amor y el suicidio, el pene y el polvo facial, el revólver y la infancia, el programa político y los paisajes edénicos. Si la crítica en su trabajo de segmentación creó el término “realismo sucio”, ¿para Legna podría acordarse la etiqueta “naif sucio”? Su devenir literario es “políticamente incorrecto” dentro de la política del canon de Lo literario -una precisión: canon literario no es sinónimo de canon de Lo literario, pero eso es harina de otro costal. Para seguir leyendo…
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