La élite corporativa-militar del castrismo es blanca castiza, insultante en su impunidad, disciplinaria hasta lo despótico, fiel hasta lo fascista. Así, la revolución Cubana siempre dependió de la trata humana para sobrevivir a cada generación, tratando a nuestra ciudadanía y al exilio al peor estilo de la trata negrera durante la esclavitud (abolida en Cuba de mala gana en 1886). Para seguir leyendo…
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