Los amantes más famosos de la Cuba del siglo XX, Catalina Lasa y Juan Pedro Baró, ya no reposan en el hermoso mausoleo donde fueron enterrados en la Necrópolis de Colón de La Habana. En su lugar, unas tumbas vacías y unas lápidas rotas son el epílogo de un amor que alimentó los rumores e hizo palidecer de envidia a la alta sociedad cubana. Para seguir leyendo…
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