Sus obras delinean el espacio simbólico de cada etapa de su vida. Así es posible identificar también grupos temáticos que definen la identidad, los procesos de la diáspora, el poder y la jerarquía. Pero en todas ellas resalta la figura del hombre y sus procesos sociales, traducidos en constantes artísticas y lanzados a la provocación del espectador mediante sugerentes títulos: Darla Kara (2004), Marchar unidos (2004), Todo está Kuadrao (2005), Paciencia mucha paciencia (2008), En su lugar descanse (2011), De noche y ciego, siego (2012). En muchas de ellas le vemos repetir matrices, ir del lienzo a la xilografía y de la escultura a la instalación en un viaje de extrema dedicación. Para seguir leyendo…
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