Por cada dólar que las compañías foráneas paguen a los trabajadores cubanos, el Estado sólo les devolverá 7,5 céntimos. Es decir, los Castro se embolsarán más del 90% del sueldo de dichos trabajadores, lo cual, en la práctica, equivale a una auténtica situación de esclavismo. Para seguir leyendo…
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