El inminente fin del castrismo representa, simultáneamente, una liberación de la dependencia yanqui, y una recaída en lo yanqui. Es nuestro regreso al redil de los Estados Libres Asociados. La definición de un Estado Libre Asociado debe ser replanteada para que llegue a abarcar a Estados considerados independientes y soberanos. Esa redefinición cerrará el abismo que media entre la realidad geopolítica y la fantasía folclórica. Porque hay más de un Estado Libre Asociado del que los mapas no dan cuenta. Para seguir leyendo…
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