En apenas tres días, los organizadores del proyecto en la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), han recibido numerosas llamadas telefónicas y correos electrónicos desde diversas partes del mundo expresando apoyo a la iniciativa. No solo cuentan con un flujo considerable de informaciones que les llega desde Cuba, sino también de la diáspora, enviadas por personas que quieren compartir lo que conocen sobre represores en la Isla. Para seguir leyendo…
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