En 2003, P. (Antonio J. Ponte) fue expulsado de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba acusado de ser un paparazzi de extrema derecha. “Muchacho, sigue leyendo a San Juan de la Cruz, a Proust, a Cintio Vitier y deja tranquilo a los Big Brothers” —le diría un oficial cultivado de Villa Marista, batallando por rescatar al talento amargo negado a sostener una conversación apacible. P. logró marcharse al exilio cuatro años después, para lidiar fuera de la “disciplina-bloqueo” del panoptismo vernáculo. Para seguir leyendo…
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