Yo sufrí mucho cuando, siendo adolescente, descubrí que era homosexual en una sociedad machista, y recuerdo lo que experimenté al confesar por primera vez que lo era. Fue algo que me marcó, el hecho de esa verdad que tenía escondida y debía manipular, callar, hasta el momento terrible de asumirlo públicamente, porque no bastaba con asumirte delante de otro, en singular; por desgracia, la asunción de la homosexualidad en Cuba no es delante de otro sino delante de los otros, y eso fue traumático para mí. Para seguir leyendo…
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