El gobierno cubano ha dado una prueba más de su fidelidad ideológica con viejos amigos del totalitarismo socialista y las dinastías nepóticas. Mientras el mundo casi abrumadoramente ha condenado al régimen de Corea del Norte por su quinta y potente prueba nuclear del pasado viernes, La Habana parece comprometida con el silencio cómplice, mientras su prensa oficial se deshace en evasivas y adulonerías con la satrapía de Kim Jong Un. Para seguir leyendo…
Responder