Muy lúcido ensayo de la poeta y ensayista Irina Garbatzky (quien por cierto estrena libro en Bokeh) sobre Antonio José Ponte: «La Fiesta vigiladapodría leerse en su totalidad como el transvase de una enorme cantidad de materiales a otro medio: el archivo que se construye en el libro. Como si volver a narrar el archivo cultural de La Habana, devorarlo o apropiarse de él, implicara su conversión a un formato aéreo, oral, liberado del peso de las carpetas, los volúmenes, las bibliotecas, los filmes. Como si, al igual que al abrigo de Martí, hubiera que convertirlo en aire, es decir, en fantasma: tan habitual que necesita ser mirado a través de la crítica y el recelo.» Enjoooooyt 😉
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