Maravillosas imágenes de cómo algunos cubanos se han ido norcoreanizando ante la muerte de Fidel Castro. Y no lo digo sólo por los llantos y la histeria, sino por los rasgos asiáticos… Cuando un cubano llora al Coma-andante, los ojos se le razgan, la piel le cambia de tono y hasta el tupé se le convierte en pelo-cepillo. Observen ustedes mismos. Ojo: Proponemos una sopa colectiva con las cenizas para sus admiradores. ¡Sólo así tod@s los afligidos tendrán paz! 😉
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