El 20 de enero termina el gobierno de Barack Obama y comienza Donald Trump, quien ha prometido revertir algunas de las medidas tomadas por el presidente saliente. Con la Casa Blanca, el Congreso y el Senado en manos republicanas, lo probable es que continúe el embargo, pero el efecto más dañino de la administración Trump contra el régimen cubano será disuadir a los inversores capitalistas para que no acudan con su dinero y su know-how a ponerle el hombro a una dictadura empeñada en sostener el fracasado modelo del capitalismo militar de Estado. Para seguir leyendo…
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