Al final de la representación, se invita al público a acercarse al proscenio e interactuar con las fotos, leer los textos en forma de breves cartas que acompañan a muchas de las imágenes, confirmar, ya más cerca, que son efectivamente Celia Cruz, Jorge Valls, Cabrera Infante o Ana Mendieta, junto con María, Juan o Manuel. Los asientos vacíos parecen decirnos: no olvidar. No olvidar, con ese peligroso olvido selectivo que tanto daño hace a la sociedad y que la Historia necesita recomponer. Para seguir leyendo…
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