La película no obstante, y para mi sorpresa, parece tener «problemas ideológicos» en ambas orillas del «charco», para seguir parafraseando a mi vecino. Por una parte, Alcides vía Coyula dice las verdades que en Cuba todo el mundo sabe y poca gente dice sin ambages ni eufemismos. (…) Por la otra, como desciende sin prejuicios en el proceso de transformación ideológica que llevó al Alcides simpatizante del proceso al punto de rebeldía y oposición a ese proceso, algunos en la orilla opuesta la condenan y le ponen la etiqueta «roja». Los seres humanos no somos entidades estables, invariables, monolíticas. Y a veces los grandes relatos políticos olvidan ese componente esencial de los procesos históricos y sociales. Para seguir leyendo…
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