Elvia Rosa Castro: El objeto, la imagen y Equipo Hexágono: Redescubriendo un colectivo importante de los años 80
Curada por Aluna Curatorial Collective (Adriana Herrera y Willy Castellanos) se inauguró el 18 de marzo en el nuevo y promisorio Concrete Space Projects El objeto y la imagen (esto tampoco es una silla), en Doral. Aluna, conocido por la autoría de excelentes proyectos curatoriales, una vez más ha demostrado tener el corazón en el medio del pecho.
Aceptó trabajar en un espacio como caído en el medio de la nada, alejado de las habituales pasarelas del arte de aquella ciudad sureña, y rodeado de polvo, mucho polvo. Sin embargo, hubo allí una potente empatía. Concrete Space Projects resultó eficiente para El objeto y la imagen…, que prefirió los pequeños y medianos formatos, tanto de las fotografías como de los objetos.
El objeto y la imagen… (paráfrasis de Las palabras y las cosas de Michel Foucault) compila fotografías que hablan de la capacidad de desdoblamiento del objeto en otro objeto, y de la alteración de su valor de uso tradicional. También expone el objeto mismo, el “original”, no en calidad de materia prima ni correlato sino con la autonomía y el peso aurático de cualquier instalación o escultura.
Posiblemente esta sea la primera exhibición en que ocurre esta revelación. Y como se indica en la segunda parte del título (esto tampoco es una silla), en alusión a la conocida Ceci n’est pas une pipede René Magritte, la muestra apunta a las entrañas de la representación. La cosa en sí de la otra cosa en sí de la otra en sí y así sucesivamente. The mystery of the ordinary o The Anxious object.
Poner al desnudo un artificio mediante la muestra de otro artificio, demuestra que en esos híbridos fotografiados hay, contrario a lo que muchos pueden pensar, cero Photoshop. También descubre, tras la frialdad fotográfica, un trabajo artesanal y cálido. La muestra trae a colación la revancha epistemológica de todos los tiempos: el engaño del objeto.
“I always prefer to work in the Studio. It isolates people from their environment. They become in a sense… symbolic of themselves”, dijo Richard Avedon. La metodología de las piezas recogidas en El objeto… es la misma. Resultado: obras que poseen un look publicitario para realidades distópicas. “Un campo minado que cuestiona en múltiples modos, la condición estable del orden de la cosas y la realidad circundante”, explican los curadores.
Únicamente no cumplen a cabalidad con esta metodología las piezas del Equipo de Creación Colectiva Hexágono, cuya inclusión en la muestra cobra ribetes de hallazgo histórico. Estamos hablando de un colectivo de corta duración (1982-1985) que sólo ha podido ser estudiado por las nuevas generaciones a través de párrafos o exiguos textos, o imágenes dañadas con el tiempo.
Así que recuperar y reactivar sus archivos, establecer nuevos links entre sus integrantes y traer a presencia al primer equipo con autoconciencia de creación colectiva en la isla, cuyo trabajo no estuvo supeditado a la creación individual de sus integrantes, además de ser el único grupo de la historia del arte cubano que centró su trabajo en el land art, ha constituido una ganancia enorme de El objeto y la imagen…, no sólo curatorial sino historiográfica.
Además de la documentación fotográfica de la serie Arenas, “la exhibición permitió volver a ver la icónica obra Piedra 1 (1983), una instalación originalmente compuesta por 16 módulos cuadrados de madera, dispuestos sobre el piso y conformados por gravilla gruesa agrupada a modo de triángulo en diagonal (el objeto material), y por el registro fotográfico de las mismas piedras (la imagen), recortado exactamente en la misma proporción.
De esta manera y a diferencia de otras obras expuestas en sala, la imagen se incorpora al objeto mismo en tanto que una sola pieza, planteando la famosa paradoja que Borges establece entre el mapa y el territorio cuando ambos tienen idénticas dimensiones. La fotografía duplica cual espejo a la materia, dificultando la distinción entre una y otra, o actuando en ese juego de ilusiones que media entre la realidad y su representación fotográfica”, comentan Adriana y Willy.
Se trata de una pieza tautológica visualmente, donde está fuertemente fijada la idea del original y la copia. Frente a ella una siente la gracia y el toque prodigioso de este colectivo. Maravillada frente a Hexágono, de la misma manera que lo estuve frente a la actualidad de Gustavo Pérez Monzón en el Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana.
El Salón Paisaje ’82 fue el espacio donde el Equipo de Creación Colectiva Hexágono expuso por primera vez el registro fotográfico de sus inaugurales y conceptuales incursiones en el paisaje: Pérdida y recuperación de un paisaje Homenaje a Van Gogh y Seis amigos visitan un paisaje. Todas estas acciones fueron realizadas en el Valle de Viñales, mayo de 1982, momento en que surge el equipo multisectorial integrado por Consuelo Castañeda y Humberto Castro; Sebastián Elizondo y Abigail García Fayat; María Elena Morera y Antonio Eligio “Tonel”.
Las obras de Hexágono tienen la autoría de Hexágono. Las obras del Equipo no se parecen, al menos rotundamente, a las obras de sus integrantes. Tal vez una de las respuestas a esta atipicidad se encuentre en su propio surgimiento: desinteresado pudiera decirse; más en la cuerda del divertimento y el picnic. Y allí en Viñales, lejos de todo manifiesto.
Tal vez por ello las acciones realizadas en ese momento fueron las más sensuales y teatrales. Las más entrañables y epicúreas.
Es fácil deducir una relación directa entre Hexágono, Richard Long y Robert Smithson. Hexágono trabajó con las libertades que ofrecía el paisaje, dislocó su cauce con un gesto mínimo a veces, impregnó cierto orden al caos natural (que ya tiene su orden), mensuró como un topógrafo y estructuró ese orden en composiciones de visualidad minimalista y geométrica.
Hexágono estaba metido hasta el cuello en la lógica liberadora creativa de la Cuba de los ochenta, sobre todo de su primera mitad.
Adriana Herrera y Willy Castellanos son muy agudos: “Ciertas piezas como la misma Piedra 1 o Cascada por ejemplo -todas ellas presentes en la exposición de 1983-, actúan desde el supuesto de la imagen especular, o desde una transición parecida a la que ocurre en el proceso negativo-positivo de la imagen fotográfica. Otras como Tierra, se reconstruyen en relaciones inversas -y no menos fotográficas- de sus volúmenes: el espacio de tierra que se oculta en un plano, termina duplicándose en otro como bajo el efecto de una imagen invertida, de un negativo”.
Publicación original en ‘Cuban Art News’.
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