Los hechos históricos no se validan desde el diferendo entre lo “verdadero” y lo “falso”, sino a partir de la producción efectiva de su perceptibilidad. Luis Posada Carriles, quien acaba de morir ayer en un hospital de Broward (Miami), se le reconocerá no como un guerrero anti-Castro (aunque la prensa local e internacional así lo vea), sino como un aventurero de la muerte. Para seguir leyendo…
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