No considero apropiado referirnos a la fotografía realizada por mujeres como una “fotografía femenina” (…); tampoco podemos hablar de una fotografía feminista, pues, aun cuando algunas autoras incursionan en la temática de género, no se halla un posicionamiento político, una participación consciente y activa en la realidad social, a la vez que rechazan o temen que su obra sea analizada desde esta perspectiva. Su distinción parte de una actitud que exige la revisión de la historia en busca de modelos ocultos y la posibilidad de revelar áreas temáticas desde una perspectiva de género. Para seguir leyendo…
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