Para Bruguera, que tiene 50 años, el arte, el activismo y la política no son asuntos que se deben desenredar y separar cuidadosamente. Su trabajo siempre está al servicio de una idea política. Es arte útil – arte útil. Ella creció en Cuba en una familia bien conectada. Su padre fue diplomático, leal al régimen hasta el final de la vida de Fidel Castro . Estudió en Cuba y Estados Unidos, y su vida se divide en gran parte entre los dos países. Ella se considera una revolucionaria, pero se ha convertido en una espina en el costado de las autoridades cubanas. Ha sido detenida reiteradamente, interrogada en más de 40 ocasiones y denunciada en los periódicos como agente de la CIA. Para seguir leyendo…
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