Lo contemporáneo no es más que la forma en que leemos la tradición y la que a mí me interesa es la que problematiza. No hay que romperse mucho la cabeza para intentar definirlo y menos en un contexto tan raro como el cubano, siempre tan en los márgenes. El próximo gran premio internacional a un autor cubano será para alguien que no se inscribe en esa corriente y como casi siempre sucede habrá que buscar lo verdaderamente agónico y revelador en los bordes de una página que se perdió en la papelera. Para seguir leyendo…
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