El latinoamericanismo está muerto ya como formación geopolítica, o más bien como formación epistémica que en cuanto tal respondía a una formación geopolítica que ha quedado atrás. Si antes el buen latinoamericanismo podía entenderse como regionalismo crítico, hoy ya nadie quiere hacerse cargo de unas coordenadas de pensamiento que, por obsoletas, resultarán siempre improductivas. Por supuesto la inercia universitaria hará pervivir las estructuras académicas del latinoamericanismo todavía unos años más. Pero las cosas incluso en la universidad (en la universidad que sabe, si puedes encontrarla) van ya por otro lado. Para seguir leyendo…
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