El «modelo de bienestar cubano» que se exportó durante décadas por el gobierno de Cuba como paradigmático de desarrollo, de bienestar social y político para el resto de los países menos desarrollados, demostró su estancamiento y regresión a partir de la pérdida de los subsidios soviéticos y del resto de los países del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) que durante 30 años mantuvieron el consumo, la producción y los servicios en Cuba. Desde la crisis estructural de los noventa, años en que la población sufrió hambruna y el país quedó paralizado, las políticas públicas del gobierno cubano, sin alternancia política e ideológica del poder, no han logrado remontar los índices de crecimiento económico y de bienestar social de la década de los ochenta, años de un modesto consumo relativamente igualitario, y hoy resulta una de las economías más pobres y reducidas de la región. Para seguir leyendo…
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