Esa desconexión entre mirada e imagen es, paradójicamente, la base sobre la que hoy se sustenta la visualidad del mundo. Esa incomunicación activa nuestra interconexión. Contra ese orden de cosas se revuelve L’ull i la navalla (El ojo y la navaja). Contra esa cuchillada que anticipó Buñuel y que ha guillotinado, definitivamente, el nexo entre ojo e imagen que los occidentales acarreábamos desde los antiguos griegos. El libro de Ingrid Guardiola es, a la vez, una actualización de los estudios sobre la interfaz y una crítica a la imagen que sólo puede concebirse desde la era de la imagen, del mismo modo que su sospecha de la conectividad sólo puede proyectarse desde la hiperconectividad en la que estamos atrapados. Para seguir leyendo…
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