Cuba tiene lo que llamo el síndrome de la insularidad. Es una isla que ha sido demasiado aislada, por dentro y por fuera. Ese deseo de salir de la condición insular ha marcado nuestras vidas como personas, como sujetos civiles. Hay toda una literatura dedicada a la isla y dentro de eso también escritores como Virgilio Piñera y muchos de mi generación (80 y 90) que buscan la salida de la isla, la apertura. Para seguir leyendo…
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