Sin lugar a dudas, la obra del cubano Severo Sarduy, así como la del francés Alain Robbe-Grillet, configuran modos del pensamiento estético deudores de los marcos teóricos que desarticularon el pensamiento estructuralista del siglo pasado y a los que retoma, Sarduy, para la construcción de su teoría del neobarroco y Robbe-Grillet para su teoría sobre el nouveau roman. Copula polémica, en la que el dialogo de ambos artistas, nos permite impugnar el discurso moderno de la pureza y concentración formal de los materiales, en pos de unas prácticas que hacen de la mezcla, los cruces, los diálogos, las distancias y los desencuentros entre las artes la materia misma del pensamiento. Para seguir leyendo…
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