Según me han contado algunos colegas, no habrá ley de cine, pues todo será regido desde las instituciones. Ese hecho políticamente quiere decir que el poder está absorbiendo a todos los que de manera autónoma han producido y distribuido el cine con mucha mayor eficiencia que el propio Icaic. Por otro lado aparece el tema de los impuestos. Dado que las instituciones en Cuba obedecen verticalmente al Gobierno, todo aquel que adquiera el carnet de registro, automáticamente estará aceptando que sus tributos no sirven para nada, pues estos solo les brindan deberes, pero ningún derecho. Según me han contado algunos colegas, no habrá ley de cine, pues todo será regido desde las instituciones. Ese hecho políticamente quiere decir que el poder está absorbiendo a todos los que de manera autónoma han producido y distribuido el cine con mucha mayor eficiencia que el propio Icaic. Para seguir leyendo…
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