Anillo, ano, pantano. Miami ano. Ciudad de compromiso. Uno viene a Miami a comprometerse, a casarse. Y si ya estás comprometido y casado, en Miami lo confirmas y lo afrontas. O te vuelves a comprometer y te vuelves a casar. El famoso cuenta nueva, el famoso borrón. Hay tanto con qué casarse, en Miami. El que no se va de aquí se ha casado con Miami. Miami es mi marido. Miami es mi mujer. Lo que me gusta de la península es el matrimonio, el vínculo, el enlace. No hay noción de matrimonio sin la noción de divorcio. Uno quiere divorciarse porque está casado. Uno quiere irse de donde se arraiga. Miami órgano. Uno siempre quiere otro órgano. Uno siempre necesita más. Para seguir leyendo…
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