José A. Évora: ·El crossover gráfico de Antonio Prohías·

Artes visuales | 10 de septiembre de 2019

Desde que estaba en La Habana con planes de venir a Estados Unidos, Prohías se dio cuenta de que la political correctness norteamericana iba a cerrarle el paso a un personaje que lo mismo le cortaba el rabo a un gato que le quitaba un juguete a un niño. Para no ofender a nadie, el nuevo hombre siniestro tendría que hacerse daño a sí mismo… o a un alter ego. Y en plena Guerra Fría en Nueva York, nada más propicio que un espía contra otro. Además de la perversión, los Espías y el Hombre Siniestro tenían otra cosa en común: sus historietas no necesitaban textos, lo mejor para un dibujante de extraordinario talento cuyo Talón de Aquiles habría sido tener que aprender a hablar y escribir en inglés en el frío Manhattan del destierro; algo que, por cierto, observa su hija, nunca hizo. Para seguir leyendo…