La teatrología creo que me ha dado la posibilidad de problematizar, de vivir la escritura en su contradicción, su incertidumbre, la posibilidad de creer que escribir es una zona bastante fecunda de generar preguntas, enunciar problemas a través de un artificio; a veces me ilusiono y quiero creer que ciertos poemarios pueden ser una “obra de tesis”, una nouvelle, una tragedia o un folletín, o una declaración a la manera de un texto casi jurídico… Hay una puesta en crisis de lo genérico, así y todo sin límites, así y todo contaminadas, liminales palabras, situaciones. También siento que pertenezco, me pienso más, en la idea de escritura / escrituras que de literatura. Para seguir leyendo…
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