Muy recientemente, comencé de nuevo, como un poseso, a escribir (…). Y es este libro, “Sincronismos”, exactamente. Mi poesía siempre se nutre de mis lecturas profundas. He vuelto a leer mucho en mi estancia argentina (Harpur, Colli, Agamben, Piglia, Saer, etc.). Aunque hubo un libro, que leí en Madrid (pero que releo mucho), que yo aguardaba parece que desde siempre, El fuego secreto de los filósofos. Una historia de la imaginación, de Patrick Harpur. Cuando se lo recomendé a Lorenzo fue como un último júbilo para él, me escribía. Eso, y mi amistad creadora con Lorenzo, y la escritura del libro sobre el Albino, Kaleidoscopio, creo que fue como otra iniciación, un rito de paso esencial. Para seguir leyendo…
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