Yo nunca he sido un negador. No soy un nihilista, como tal vez sí lo fuera Virgilio Piñera. Aunque, ¿qué nihilista es ese que se sienta a escribir un libro? ¿Qué nihilista era Nietzsche cuando escribió un libro tras otro, libros que no se leían mientras tuvo razón? El nihilismo de Piñera terminaba cuando comenzaba el hecho literario. Un nihilista radical no se levanta a las cuatro de la mañana a escribir poemas y cuentos extraordinarios. Tampoco lee poemas y cuentos en LaciudadCeleste. En cuanto a mi isla, es cierto que desaparece entre llamas, pero también es cierto que termina siendo recuperada por la palabra. Para seguir leyendo…
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