El gobierno cubano es el único de América Latina que no publica el índice de pobreza en el país, ni el costo de la canasta básica, ni el desempleo oculto. Tampoco monitorea la discriminación racial ni publica las desventajas políticas, sociales y educacionales de esta “minoría”. Según el Censo de población del 2012, el 36% de la población cubana es negra o mulata. La pobreza generalizada tiene los sectores más vulnerables en los afrocubanos, los jubilados, las madres solteras y los discapacitados. Las políticas públicas oficiales hablan de intenciones políticas, pero no presentan ningún resultado de inclusión social de estos sectores. Para seguir leyendo…
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