Mario Muñoz Bustamante: ·La tristeza cubana·

Autores | DD.HH. | Memoria | 1 de enero de 2020

El cubano baila, canta y chotea, pero no está nunca de buen humor, puesto que le aguija el tedio, se aburre y bosteza. Ello se debe a que le faltan diversiones. Nuestra sociedad vive retraída. Sus dos placeres favoritos son el baile y el teatro. Mas el baile, lejos de estimularla, irrita su sensualidad, le produce fatiga y le causa trastornos orgánicos por el exceso de la temperatura. (…) Ya que somos débiles por el estigma del atavismo y pertenecemos a una raza degenerada, pongamos en juego todos los medios de robustecer nuestros cuerpos y templar nuestras almas para sentir la alegría de la vida. Para seguir leyendo…