🙂 🙂 🙂 🙂 «La Habana es una ciudad llena de cuentos. Vivir en ella es como entrar en mundo del Decamerón o de Los cuentos de Canterbury: la gente cuenta anécdotas para divertirse, para ligar, para no aburrirse al hacer cola. Cualquier reunión de dos o más personas se convierte en un concurso improvisado: alguien cuenta un cuento y otro responde con otro cuento que genera otro cuento y así hasta el infinito, como si se tratara de cajas chinas o de muñecas rusas, una dentro de la otra dentro de la otra dentro de la otra.» Para seguir leyendo…
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